“El Aljibe” de Mariana Enríquez
La escritora mezcla dos puntos clave en este cuento,
la literatura fantástica y la sensación de miedo de la literatura de terror,
haciendo que se complementen y que el terror sea la atmosfera de lectura.
Días después de la Navidad, Josefina y su familia
viajaban de vacaciones a Corrientes para visitar unos familiares. En el viaje
nadie hablaba, ella sentía que le estaban ocultando algo; solo su mama y su
abuela, que todo el tiempo tenían miedo, se asustaban cundo un camión pasaba
muy cerca del auto. Josefina nuca tenía miedo, pero todo cambio luego de ese
viaje.
Un día, junto a la tía Clarita, Josefina, su
hermana, su mama y su abuela fueron a visitar a doña Irene, una bruja. Su casa tenía
un patio lleno de plantas y en el centro había un aljibe, que al instante de
verlo Josefina corrió hacia él con la intención de que el agua refleje su cara.
Luego de ello, mientras su madre, su abuela y su
hermana estaba sentadas en un banco donde la señora les rezaba o les hablaba
por lo bajo, Josefina se acostó en un sillón y en segundos se quedó dormida. Al
despertarse ya era la hora de irse y Josefina tuvo la intención de volver a
mirar por el aljibe, pero ahora si sentía miedo.
Al volver a su hogar sentido mucho miedo, por las
noches no pegaba un ojo, pensaba en que alguien podía morir, imaginaba muchas
situaciones que la llevarían a la muerte. Ella no entendía de donde había sacado
esas cosas, solo las sabia.
Fue contándole a cada miembro de su familia lo que
le ocurría. También fue a muchos psicólogos, pero los años pasaban y Josefina seguía
igual, lo de ella no pasaba. Asistía a
psiquiatras, pasa de pastilla en pastilla, tuve que dejar el colegio, ni
siquiera se animaba a salir de su casa.
Se estaba perdiendo la vida que pasaba frente a sus
ojos, estaba perdiendo años de su vida y veía como su hermana si podía disfrutarlos
al extremo.
Hasta que un día, su hermana le ofrece acompañarla a
lo de doña Irene, en Corrientes, ya que pensaba que como su madre y su abuela
se habían curado, Josefina también podía hacerlo. Josefina acepta y van juntas
a Corrientes.
Al llegar a lo de Irene notaron que todo seguía igual,
solamente el patio estaba un poco descuidado con plantas que cubrían todo,
hasta el aljibe. A pesar de los años, la señora las reconoció de inmediato y
las hizo pasar a su casa.
Irene les confiesa que ella ya no tiene cura, que no
había nada que hacer. Aquella vez, la madre, la abuela y la hermana estaban
repletas de males y esos males fueron a Josefina y nadie puede sacárselo. La
bruja decía que ellas en el interior aceptaron pasarles sus problemas, que
ellas cuidarían de Josefina, pero no lo hicieron, no cumplieron.
Entonces Josefina se levantó rápidamente e intento
saltar por el aljibe que tanto le había llamado la atención cuando era pequeña,
pero su cuerpo no se lo permitió, cayo rendida en el pasto, ya que tenía mucho mucho
miedo de hacerlo.
Comentarios
Publicar un comentario