Sueño: microcuento

 

“Mi gran pesadilla”

Eran las siete de la mañana de un domingo gris y lluvioso, cuando de repente me desperté y salte de la cama con mucho miedo y un poco de angustia. Había tenido una espantosa pesadilla que no me dejo volver a conciliar el sueño.

Todo ocurrió en la oscura y temerosa noche de un gran descampado, donde me encontraba junto a mi familia y a un grupo de personas desconocidas. Ninguno encontraba alguna explicación al porque nos encontrábamos allí, estábamos un poco asustados, pero a la vez tranquillos porque estábamos todos juntos.

De repente, comenzamos a oír gritos de una joven que pedía ayuda. Fue así que de un momento para otro fuimos sorprendidos por una intensa luz verdosa, que bajaba dese el cielo, donde detrás de ella se podía ver un gigantesco plato, que parecía ser una nave, que flotaba a pocos metros de altura. Fue en ese momento cuando vimos salir de la nave una extraña criatura, con ojos muy saltones, de cuerpo raro y una enorme boca, que tenía en sus brazos a la chica que gritaba pidiendo ayuda.

Tras esta criatura, comenzaron a descender del plato numerosas criaturas idénticas con la intención de atraparnos y matarnos a todos. En ese momento, mi familia y yo comenzamos a correr con gran desespero y atemorizados por lo que ocurría; pudimos hacer unos metros todos juntos, pero con la inmensidad de dicho lugar y la espantosa oscuridad que caracteriza a la noche, de un momento para otro me encontraba desolada en ese enorme lugar. Logre encenderme tras un árbol, pero fue cuestión de segundos para que una de las criaturas me encuentre, ya que ellos podían ver en la oscuridad y yo no. Fue así que cuando escuché que alguien venia hacia mí, confié en que podía ser alguien de mi familia, me di vuelta a su espera y frente a mí se encontraba un espantoso alíen con gran intención de matarme.

Intenté correr y correr y correr, pero ya era tarde, cuando menos lo pensé este ser desagradable me tomo de los pies, me arrastro hacia él y en el instante justo cuando abrió su inmensa boca para devorarme, me desperté de un sobre salto de la cama.